TEBAS

Grito tu nombre.
Y el eco devuelve mis palabras
desde la cámara mortuoria.

El aire de la pirámide está viciado
y tiene un extraño olor a almendras,
el silencio oprime los segundos
que escapan como dunas
en la infinita arena.

El sacrificio es necesario
para asegurar buenas cosechas,
la virgen letárgica está lista
y la daga sagrada ya se acerca.

Sangre
que fluye por canales
pulidos de alabastro
hasta llegar al ánfora de piedra.

Faraón
contemplando la escena
en su trono de mármol
en el poderoso reino de Tebas.

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